Un nuevo estudio revelo que Las neuronas cultivadas en un recipiente de laboratorio, acaban sincronizándose en una actividad parecida al sueño.
El sueño, una actividad en la cual perdemos los sentidos y por tanto la noción de nuestro alrededor, que hacemos toda la vida y que es necesaria para el cuerpo, que ironía que no sabemos prácticamente nada de ella, simplemente perdemos la noción del mundo alrededor. Esta extraña actividad nos ayuda a reorganizar nuestra mente. Por eso, se dice que soñamos con los acontecimientos del día.
Con bastante probabilidad soñamos para reordenar los contenidos mentales. La analogía con los ordenadores es tentadora. Un gran centro de proceso de datos (por ejemplo un empresa) procesa transacciones durante el día atendiendo a los clientes. Pero durante la noche se ejecutan procesos por lotes, batch, que reordenan todos los datos y hacen copias de seguridad. Es como si se realizara una desfragmentación del disco duro en un ordenador doméstico. Una parte esencial del sueño parece ser comprimir la información, extraer lo relevante, consolidarlo en la memoria a largo plazo y olvidar el resto.
El nuevo experimento es fascinante. Las ondas cerebrales del sueño son reconocibles: sueño REM y sueño de ondas lentas. Al cultivar neuronas en un laboratorio resulta que tienden a sincronizar espontáneamente su actividad. En un ritmo muy lento, mucho más lento que el sueño, pero con un patrón parecido. Cuando se sumistra un cóctel de neurotransmisores a las neuronas cultivadas, estas se activan como si despertaran. Un tiempo después, recuperan su ritmo lento y vuelven a dormirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario